“Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos.”
Además de esta corta novela, el autor escribió numerosos relatos y novelas en las que siempre se caracterizaba su humor y su crítica social, algo que lo hizo ganar bastante reconocimiento durante su vida convirtiéndolo en uno de los pocos autores de su tiempo en alcanzar la fama mientras estaban vivos y no años posteriores a su fallecimiento.